Los powerskills: las habilidades que definen esta nueva etapa

Durante años se habló de soft skills como habilidades «suaves». Hoy sabemos que son todo menos débiles. Prefiero llamarlas powerskills porque son la energía que permite que la tecnología se traduzca en valor. Sin liderazgo, comunicación, adaptabilidad y visión estratégica, cualquier producto se queda en un prototipo brillante que nadie adopta.

El liderazgo no es un cargo, es la capacidad de articular propósito y movilizar talento. En Reciempresa fue clave para unir operaciones logísticas con inteligencia artificial; sin ese puente la tecnología se habría quedado en una presentación. Liderar implica dar contexto, habilitar autonomía y sostener el ritmo de ejecución aun cuando los recursos son limitados.

La comunicación es el segundo powerskill. Traducir lenguaje técnico a impacto de negocio evita fricciones dentro del equipo y con los clientes. Cada vez que lanzamos una funcionalidad en PayGo, acompañamos el despliegue con historias claras de uso, métricas esperadas y tutoriales accionables. Eso baja la ansiedad, genera confianza y acelera la adopción.

La adaptabilidad es aceptar que el plan original es una hipótesis. Las iteraciones rápidas, el feedback constante y los experimentos bien diseñados hacen que un equipo responda a la realidad en lugar de reaccionar con pánico. Cuando un análisis de datos muestra que un flujo no funciona, no culpamos al usuario: volvemos a la investigación y rediseñamos sin miedo a descartar meses de trabajo.

Finalmente, la visión estratégica mantiene la brújula cuando el corto plazo es ruidoso. Significa conectar cada decisión operativa con los indicadores que nos importan: impacto en clientes, sostenibilidad financiera y evolución del producto. Es el filtro que evita caer en la trampa de perseguir «shiny objects» que consumen energía sin mover el negocio.

Los powerskills no compiten con la técnica: la potencian. Nos permiten liderar equipos multidisciplinarios, diseñar experiencias coherentes y tomar decisiones con base en datos y propósito. En esta nueva etapa empresarial, dominar estas habilidades marca la diferencia entre innovar de forma accidental o construir impacto sostenible.